El sabor del sake. Yasujiro Ozu. 1962 |
La cultura japonesa tradicional tiene
el plano gastronómico de la mesa, cuando es objeto independiente en el
espacio-contenedor, en el entorno de los 40cm sobre el pavimento. Pero también
puede ser el mismo plano del tatami sin un contorno definido por los bordes de
un objeto, ya que éste se concreta mediante la distribución de los comensales
alrededor de la comida cuyo número, la relación de proximidad entre ellos y la disposición de la comida, definiendo un
ámbito relacional de bordes precisos. Singularmente, en la chanoyu* la tetera puede
situarse incluso bajo el plano del tatami, en un hueco entre las esteras.
Para la cultura islámica el plano del
suelo es el plano gastronómico, y sobre él se dispone una estera como todo soporte
equivalente a una mesa de altura cero. Ocasionalmente se utiliza una mesa tan baja
que implica el sentarse de rodillas sobre el suelo. El contorno se define de
forma análoga al del ritual japonés a través de la disposición de los
comensales, pero la comida se ubica tradicionalmente en un único recipiente
central y equidistante de éstos, de manera que la geometría del plano gastronómico es circular.
En estos dos casos, la relación
visual directa queda limitada a los comensales sentados alrededor de la comida
y es inexistente con respecto a quienes se encuentran fuera de la atmósfera del
ritual gastronómico.
*Ceremonia del té en Japón
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