Los 4 procesos


Frank Gehry. Guggenheim Bilbao. Croquis. 1999 | Quique Dacosta. Ostra Guggenheim. Quique Dacosta Restaurante. 2005

En el primero de los procesos que intervienen en el hecho arquitectónico-culinario, el ámbito de la creatividad de las producciones arquitectónica y culinaria, los detonantes y herramientas del proceso creativo son, en gran medida, compartidos entre arquitectura y cocina; la reproducción artesanal tiene una clara equivalencia con el hecho de construir físicamente –en ambos casos, arquitectura y cocina, el resultado final es algo material que antes no existía o, al menos, no existía con su configuración final-; la arquitectura también se basa en la experimentación: nos relacionamos con lo que nos rodea a través de los cinco sentidos –a los que puede añadirse, según Adrià el de la razón- de la misma manera que hacemos con la comida; y, finalmente, la arquitectura tiene, con frecuencia, un sesgo hacia la comercialización, y no sólo cuando se concibe o transforma en icono referencial que funciona como reclamo publicitario, sino también cuando, en el caso de la arquitectura que podría denominarse gastronómica, es el espacio en el que se da la comercialización de la comida –el restaurante con todas sus variantes tipológicas-.

Como procesos, los cuatro guardan relación de paralelismo con la secuencia de escalas en las que, si bien conforme a límites difusos entre ellas, se puede desarrollar el ritual gastronómico y que aglutinan los aspectos creativos, constructivos, técnicos, protocolarios, perceptivos, sociales o comerciales propios del mismo.