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Durante el Curatorial Approach Marathon del Institut für Raumexperimente, Asako Iwama y Lauren Maurer, cocineras del estudio Eliasson, trabajaron en torno al comer "sin instrumentos" a través del concepto "Las manos como herramientas; las semillas como comida" focalizado en los aspectos sociales del comer.
Las manos, utensilios delicados que al comer son pinzas, paletas y peladores. “Incluso la más recóndita articulación supera a cualquier mecanismo artificial”, escribió Whitman. Las semillas, embriones de plantas, son fuente concentrada de nutrientes esenciales.
Las manos, utensilios delicados que al comer son pinzas, paletas y peladores. “Incluso la más recóndita articulación supera a cualquier mecanismo artificial”, escribió Whitman. Las semillas, embriones de plantas, son fuente concentrada de nutrientes esenciales.
Con las
manos se come, se enrolla y se sirve, eran los platos; los dedos la cubertería. Cada uno es el plato que utiliza, así que los platos se friegan
con el simple hecho de lavarse las manos.
La comida
era su propio continente: boles para sopa hechos con pan, pieles de alimentos
utilizados como envoltorios, o galletas de jengibre convertidas en hojas cuyos cortes de geometría irregular introducían el componente de lo impredecible en
el proceso. Los dedos comprimían semillas formando pequeños bocados pegajosos
en forma esférica.
Comer como
danza que transforma las relaciones entre las cosas: la combinación de la forma
de los dedos y las palmas de las manos condiciona la forma de la comida y también
la del pequeño viaje de ésta desde la bandeja a la boca, y viceversa. La del
cuerpo como instrumento de ritmos complejos de búsqueda y tacto.